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viernes, 14 de junio de 2013

SÍ, NO, TAL VEZ





Una de las cosas que tiene ser universitaria es que siempre hay millones de cosas por hacer y muy poco tiempo para concretarlas.

Por eso es fundamental decir que NO a ciertas cosas lo que conlleva decirle que SÍ a otras. 

Cuando comencé la facultad, ningún desafío parecía lo suficientemente grande como para mí, me iba a tragar al mundo y no dejaría títere con cabeza; con el paso de los años, este frenesí estudiantil  (donde llegaba a pasar 7 horas corridas estudiando)fue disminuyendo, hasta un punto en el que confieso pasó a ser procrastinación.



Actualmente, la presión de saber que no soy más la adolescente que entró a facultad sino una adulta, me hace sentar mis prioridades en cosas un tanto más “materiales” como obtener un buen trabajo que pague las cuentas.

Así fue como comencé con el modo supervivencia II que implica salir de la facu al mundo y enfrentarse con un millón de desafíos, a los que supongo, me encuentro un tanto entrenada por que tod@s sabemos que facultad puede ser una verdadera jungla, pero que de todos modos significa un reto. 

El riesgo de decir siempre que si enlaza varios aspectos como manejar proyectos en los cuales no tengamos nuestro corazón y encontrarnos en una nube gris de confusión e incertidumbre.

Saber decir que no implica a su vez decir que sí y a pesar de que esto puede sonar loco, cada vez que decimos que no a alguna cosa, le decimos de manera indirecta que sí a otra. Todo depende de nuestras prioridades, por ejemplo, si eres de la idea de que la práctica en la abogacía es fundamental, entonces deberías buscar trabajo en un estudio a pesar de que la paga sea por decir algo “escasa” o en un consultorio barrial; si en cambio, pones al estudio sobre la práctica por que de todos modos tendrás práctica cuando te recibas, entonces a por los libros!!!
Para evitar ser una “ratoncita obediente” que siempre le dice que sí a todo,  lo primero que hay que hacer es sentar nuestras prioridades como dije arriba y saber cuáles son nuestras metas, ya sea tener para pagar el alquiler o dedicarnos al estudio full time. 

Si aún no sabes lo que quieres cualquier camino que tomes dará lo mismo. Entonces asegúrate de saber qué es lo que quieres antes de tomar cualquier decisión por que decirle que no a algo siempre apareja un sentimiento de culpa o de falla. 

A todos nos ha pasado, una vez tuve que rechazar un trabajo a pesar de haber sido seleccionada, por que después de hablar con una persona me dí cuenta de que yo no estaba dispuesta a tomar una responsabilidad tan grande que además implicaba un riesgo personal, sin decir, que mi único motivo para tomar el empleo era el dinero.

Decir que No tiene como ventaja el dejarnos más tiempo libre con el cuál podamos centrarnos en nuestras verdaderas metas así como evitar hacer las cosas sólo para agradar a los demás.

Dime que te pareció

Muchos Besos!!!


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